La joven Carlin Rodríguez con 19 años de edad y un millón de metas por cumplir salió el 9 de mayo de 2014 a participar en una protesta pacífica en el distribuidor Fabricio Ojeda de Lechería, en el estado Anzoátegui.
Esta manifestación se realizó en medio de la difícil jornada de actividades que se desarrollaban en el territorio nacional con el objetivo de lograr una salida a la crisis política.
“Ese día estábamos haciendo un pancartazo, algo completamente diferente a lo que se había hecho en otras manifestaciones, algo muchísimo más pacífico, cuando llega una sola patrulla que se baja disparando sin mediar palabras”, aseguró Rodríguez.
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Una bala impactó en la parte izquierda de su rostro y le dañó parte de la lengua. El personal médico que la atendió aseguró inmediatamente que iba a tener que asistir a terapias foniátricas para poder volver a hablar como lo hacía antes de haber sido víctima de este abuso policial.
“Yo iba pensando de todo, desde que salí de mi casa y dije regreso dentro de un rato hasta los planes a futuro, mi carrera que no la había terminado. Pensé en mi familia, mis amigos, en Geraldine Carmona y otras víctimas, todas esas personas pasaron por mi cabeza”, dijo la víctima.
Carlin logró recuperarse, retomar su carrera universitaria y convertirse en periodista. Por su caso, hay cuatro presuntos responsables acusados por el Ministerio Público pero aún están en libertad y siguen ejerciendo sus funciones policiales.
“Yo soy muy creyente de Dios y de la justicia divina y sé que cuando haces mal, se te regresa. Sé que de alguna manera no tienen paz”, comentó Rodríguez al respecto.
Su mensaje para todos los venezolanos sigue siendo: “No se rindan”. Ella tiene la esperanza de que Venezuela se recupere y llegue a ser el país que tanto sueña.
