A dos meses de su coronación en la abadía de Westminster, el rey Carlos III, en compañía de la reina consorte Camila, recibió este miércoles los ‘Honores de Escocia’ incluida la corona real, cetro y la espada, originarias del siglo XVI.
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En medio de una multitudinaria y simbólica ceremonia, el hijo de la reina Isabel II y el príncipe Felipe culminó con el proceso de su coronación como monarca británico en la catedral de Saint Giles, ubicada en Edimburgo.
El rey recibió la corona que llevó María I de Escocia en el 1543, que fue llevado por un Rolls-Royce negro escoltado por la Compañía Real de Arqueros hasta la catedral desde el castillo de Edimburgo.
La solista escocesa Nicola Benedetti junto con otros distinguidos músicos acompañaron la ofrenda real y los cañones de los cañones del castillo, posteriormente la familia real y cientos de británicos presenciaron un espectáculo aéreo con pilotos acróbatas.
The King and Queen, accompanied by The Duke and Duchess of Rothesay, have attended the National Service of Thanksgiving and Dedication at St Giles’ Cathedral, during which His Majesty was presented with the Honours of Scotland. pic.twitter.com/I4yD1N52U1
— The Royal Family (@RoyalFamily) July 5, 2023
Por su parte, los opositores de la monarquía se congregaron para protestar contra el nuevo reinado: «La monarquía es un anacronismo, no debería existir en el siglo XXI», “No deberíamos de gastar el dinero en esto cuando hay gente sufriendo», agregó, expresó a EFE Neil Brown, uno de los manifestantes.
Mientras los leales a la corona británica respondían a los cánticos antimonárquicos: «Dios salve al rey» y «Carlos, rey de los escoceses».
Los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, conocidos como duques de Rothesay en Escocia, estuvieron presentes en la denominada «Procesión del Pueblo», escoltada por la infantería real escocesa y su mascota, el pony de las Shetlands bautizado como Corporal Cuachan IV.