La administración de Nicolás Maduro expresó su preocupación por la ola de violencia que atraviesa Haití, en la que bandas armadas han tomado el control de algunas zonas, y aseguró poder contribuir en una solución a la crisis que, hasta la fecha, ha desplazado a más de 15.000 haitianos de sus hogares.
Venezuela “reafirma su disposición y voluntad a contribuir en una solución para la crisis que atraviesa el pueblo haitiano, a través de la construcción conjunta de una respuesta solidaria, bajo los principios de buena vecindad y solidaridad internacional”, según un comunicado oficial.
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Asimismo, aboga por un diálogo inclusivo entre las fuerzas políticas y sociales de Haití, a fin de trabajar en una solución “hacia un plan de naturaleza política, con miras a la conformación de un gobierno, la reinstitucionalización de los poderes públicos, la reinserción en la economía internacional y la formación de fuerzas de seguridad efectivas y de un ejército propio”.
También manifestó su preocupación por los “riesgos que se ciernen” sobre Haití “al recurrir a fórmulas de injerencia en su soberanía, que incluyen un deterioro mayor de su institucionalidad y el uso, nuevamente, de fuerzas extranjeras sin un acompañamiento integral que garantice una paz duradera y estable”.