Christian Eriksen, el futbolista de la selección danesa que se desplomó en el encuentro de Eurocopa ante Filandia, en definitiva sufrió un infarto y el médico de su equipo confirmó que su corazón se detuvo por unos minutos y lo reanimaron.
“No tenemos una explicación de lo que sucedió. No lo vi en vivo, lo vi en la pantalla después de que sucedió. Fue un paro cardíaco. Cuando llegamos a él estaba de lado: respiraba y le sentí el pulso. Pero de repente no hubo más latidos, se había ido y le hicimos reanimación cardíaca, dijo el médico Morten Boesen.
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El capitán de Dinamarca se desplomó en el minuto 42 del partido mientras corría hacia la banda para poner el balón en juego.
Fueron alrededor de 15 minutos de tensión, mientras las cámaras enfocaban el momento en que a Eriksen le practicaban RCP, así como sus compañeros en llanto, que formaron una cadena para que la televisión no capturara primeros planos del momento.
“El protocolo era el de evitar una muerte súbita. La ayuda vino muy, muy rápido del personal médico y con su colaboración pudimos hacer lo que teníamos que hacer. Hemos comenzado a intervenir para mantenerlo con vida. Por suerte se aferró a la vida”.
Usaron un desfibrilador, que fue fundamental para reanimar a Eriksen, quien salió en camilla del campo y consciente.
En duda su regreso al fútbol
El médico del Tottenham inglés, Sanjay Sharma, quien lo trató cuando el danés estuvo en ese equipo, no se mostró muy optimista en relación a que el futbolista pueda volver a los campos de juego.
“Estoy muy contento. El hecho de que esté estable y despierto dice que su perspectiva va a ser muy buena”, indicó.
“No sé si volverá a jugar al fútbol. Con franqueza, murió, aunque fuese por unos minutos, pero murió. ¿Un profesional médico le permitiría morir de nuevo? La respuesta es no. La buena noticia es que vivirá, la mala noticia es que está llegando al final de su carrera. Si va a jugar otro partido de fútbol profesional no puedo decirlo; en el Reino Unido no jugaría más, seríamos muy estrictos al respecto”, cerró.
