La perseverancia y fuerza de voluntad caracterizan a Luis Fernando Rondón, un niño de 10 años de edad que padece de un síndrome que compone distintas deformidades congénitas denominado hipoplasia postaxial, producto de una reducción en el crecimiento del miembro inferior derecho detectada al nacer, impidiéndole mantenerse de pie y caminar.
Para él, abandonar sus sueños y propósitos de vida, no ha sido una opción, pues aspira convertirse en un futbolista pese a las dificultades que enfrenta.
Su madre, Luisa Rondón, es docente y ha cumplido con el rol de padre a tiempo completo, atravesando los desafíos de la enfermedad de su hijo, quien es aficionado al deporte y sueña con poder estar sano y ser un gran futbolista.