Zarifa Ghafari se convirtió hace tres años en la mujer más joven en ser escogida alcaldesa en Afganistán. Ahora, con la toma de Kabul por parte de los talibanes e instaurado de nuevo el régimen donde la mujer es minimizada al máximo, teme por su vida.
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Ghafari habría asegurado en una entrevista telefónica con iNEWS que: “Estoy sentada aquí esperando que vengan. No hay nadie que me ayude a mí ni a mi familia. Solo estoy sentada con ellos y mi esposo. Y vendrán a por gente como yo y me matarán. No puedo dejar a mi familia. Y de todos modos, ¿a dónde iría?”.
Ghafari tenía solo siete años cuando las tropas estadounidenses desembarcaron en Afganistán. Cursó estudios económicos en la Universidad de Punjab, en India, y llegó a ser escogida alcaldesa de Maidan Shahr con 26 años por el presidente Ashraf Ghani Ahmadzai, (en Afganistán los alcaldes son designados por el ejecutivo y no por votación).
El pasado mes de mayo, Ghafari recordó en entrevista para la revista Time que sus inicios se vieron marcados por presiones de varios hombres para que dejase el cargo. También develó que fue víctima de tres atentados. En último, su padre fue asesinado.
Antes de convertirse en alcaldesa, en 2014, fundó una ONG para defender los derechos de la mujer afgana a través de la cual organizaba talleres y formación profesional para ellas, para que pudiesen alcanzar cierta independencia económica. Y en 2015 inauguró la emisora de radio Peghla FM con una programación eminentemente educativa. “Ser mujer en mi país significa vivir una vida realmente llena de dificultades, donde todo se juzga por género”.
Con la llegada de los talibanes al poder el pasado domingo tras la toma de Kabúl y la huida del presidente Ashraf Ghani, se busca imponer un califato con al menos 29 fuertes restricciones contra la participación de las mujeres en la sociedad civil afgana.
