La canciller alemana, Angela Merkel, calificó el tiroteo de este miércoles, en que dos personas resultaron muertas en una sinagoga en Halle, al este de Alemania, como un “atentado“. A través de una portavoz, expresó su solidaridad con el pueblo judío y se solidarizó con las familias de las víctimas.
Las fuerzas de seguridad solicitaron a los habitantes del lugar que permanezcan en sus hogares hasta nuevo aviso. Por lo que las autoridades aumentaron la seguridad de la zona y de la estación de tren de la ciudad, que actualmente permanece cerrada.
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El tiroteo tuvo lugar delante de una sinagoga e igualmente se lanzó una granada contra un cementerio judío cercano.
