El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra en el ojo del huracán de la opinión pública brasileña por una presunta factura de 45 millones dólares correspondiente al pago de tres millones de dosis de la vacuna Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech.
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El medio Infobae relató la correlatividad de los hechos e indicó que todo se tornó sospechoso cuando la factura llegó al escritorio del jefe de importaciones médicas del Ministerio de Salud de Brasil, Luis Ricardo Miranda, quien no autorizó el pago y se mostró intrigado porque en el documento no se reflejaba a Madison Biotech, la firma singapurense que la envió.
La transacción para las vacunas Indias se terminó cancelando por otras irregularidades que surgieron y que provocaron que el gobierno se echara atrás.
El escándalo fue en escalada y Miranda tuvo que testificar el pasado viernes en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) instalada hace dos meses por el Senado para determinar las responsabilidades del gobierno en la gestión de la pandemia que ya se ha cobrado más de 500.000 vidas en Brasil.
Miranda en su declaración afirmó que recibió presiones por parte de sus jefes para que aprobase la transacción, que él y su hermano, el diputado Luis Miranda, se reunieron con Bolsonaro el pasado 20 de marzo, y reveló un el nombre de la persona a la que Bolsonaro le habría atribuido la responsabilidad de diseñar este esquema. El señalado corresponde al nombre Roberto Barros, un diputado que encabeza la bancada progubernamental.
Según información publicada por el diario O Estado de S.Paulo, Bharat Biotech inicialmente cotizó la dosis del inmunizante a 1,34 dólares, pero Brasil acordó pagarla a 15 dólares. La oposición convocó protestas el miércoles y el sábado, para reclamar un ‘impeachment’ del jefe de Estado, en las redes sociales se ha viralizado el hashtag #CovaxinGate.
