El paso de la covid-19 por India ha sido devastador, una muestra clara de ello es la cantidad de cuerpos sin vida que flotan en las aguas “sagradas” del río Ganges.
A raíz de la última ola de contagios y el colapso, no solo de hospitales, sino también de cementerios y crematorios por la cantidad de muertes en relación a esta enfermedad, y también, por falta de recursos, muchas personas han optado por envolver los cuerpos de familiares fallecidos en telas de color y dejarlos en el agua del río.
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El Ganges es considerado sagrado para los hindúes, muchos también han optado por cavar tumbas en las orillas arenosas de este río y enterrar a sus familiares allí.
Sin embargo, la llegada del monzón (viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial), que estuvo acompañada de fuertes lluvias, provocó inundaciones y desalojó a muchos de los fallecidos que habían sido enterrados en sus orillas.
Así que en las últimas tres semanas se han contabilizado al menos 150 cadáveres. Las autoridades de Allahabad han cumplido con protocolos de incineración.
Las cifras que maneja el gobierno indio hablan de hasta 600 cadáveres, que fueron enterrados sumariamente en las orillas del Ganges durante el punto álgido de la segunda ola de la pandemia.
