Ante más de cien muertos en Estados Unidos y 3.503 contagios confirmados, el gobierno estadounidense no ha podido subestimar más la existencia del coronavirus.
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La Casa Blanca decidió negociar con Facebook, Google y otros gigantes tecnológicos de Silicon Valley el rastreo y cibervigilancia de sus usuarios, con el propósito de combatir la pandemia.
De acuerdo a información de The Washington Post, este proyecto consistiría en recopilar información sobre la ubicación de los teléfonos inteligentes de la población estadounidense y usarla para mapear la propagación de la enfermedad y así poder predecir las necesidades médicas urgentes que requiere.
El vocero de Google Johnny Luu, confirmó al diario americano que estaban en proceso de “exploración” para que la información agregada de ubicación anónima pueda ayudar en la lucha contra el COVID-19.
Este método de uso de los datos de los usuarios ha sido blanco de suspicacicas por parte de constitucionalistas, periodistas y activistas digitales luego del escándalo de espionaje ilegal de la Agencia De Seguridad Nacional (NSA) desmantelado por Edward Snowden en el 2011.
Sin embargo, un funcionario de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, habló sobre la condición del anonimato y aclaró que esa información sería utilizada para comprender y rastrear la propagación del brote en los Estados Unidos.
“Es un aliento que las empresas tecnológicas estadounidenses busquen aprovechar los datos agregados y anónimos para obtener información clave en los esfuerzos por combatir al Covid-19″, indicó.
