La única jirafa blanca de Kenia, cuya singularidad llamó la atención mundial en 2017, fue asesinada junto a su cría por cazadores furtivos en la reserva de Ishaqbini Hirola.
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Mediante un comunicado, el gerente de reserva ubicada al este de Kenia, Mohammed Ahmednoor, afirmó que residentes y guardabosques encontraron los esqueletos de los animales luego de una prolongada búsqueda.
“Es un día muy triste para Kenia (…) Es un golpe a los pasos dados por la comunidad para conservar especies excepcionales y únicas” comentó Ahmednoor sobre la muerte de las jirafas que tenían una condición genética conocida como leucismo.