En la historia de Estados Unidos, el racismo viene manifestándose desde hace al menos cuatro décadas, en el momento que, el ministro musulmán afroamericano, Malcolm Little, en 1964, denunciaba con franqueza el sufrimiento de vivir este problema social.
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Fractura de la riqueza
Universidades, instituciones públicas y bancos se han sumergido en esta problemática que engloba parte de la historia estadounidense.
De acuerdo a un extenso informe del banco de inversión multinacional estadounidense, Citigroup, en lo que va de siglo, el racismo ha costado a la economía de este país, una cifra cercana a los 17 billones de dólares.
El escritor estadounidense, William Faulkner, fallecido en 1962, insistía en la frase: “El pasado nunca muere”… Explicaba que “las injusticias pretéritas y presentes se derraman como una cascada”.
“La clásica familia negra solo tiene una décima parte de la riqueza frente a la típica familia blanca.”, así lo sostuvo el escritor estadounidense, William Faulkner. hasta sus últimos días.
De acuerdo a un informe hecho por la Reserva Federal, expertos aseguran que existe una clara “muestra de vidas baldías”.
Según ese informe, 171.000 dólares es el monto aproximado del patrimonio de las familias blancas, en comparación a las negras con al menos 17.600 dólares.
El sistema bancario central de los Estados Unidos, detalla que esto puede empeorar al ver que una quinta parte de las familias afroamericanas tiene una riqueza neta de cero dólares o menos.
Asimismo, explica que el 75% de esa comunidad cuenta con 10.000 dólares para jubilarse.
Citigroup, explica que los blancos son dueños en un 80% de sus casas mientras que los negros solo el 47%, considerando que la delincuencia “en su principal patrimonio”.
A pesar de que la raza negra representa solo el 12% de la población en Estados Unidos, estos entes financieros reflejan a través de sus cálculos, que esa comunidad tiene cinco veces más posibilidades de acabar en la cárcel que, actualmente representa el 33% de los reclusos en el país.
Esto demuestra que 400 años de esclavitud de las poblaciones negras, aún tienen efectos en la vida cotidiana.
Inclusión depredadora
El profesor y experto en esclavitud, Calvin Schermehorn propone no olvidar lo que Keeanga-Yamahtta Taylor, profesora de Estudios afroamericanos de la Universidad de Princeton, llama “inclusión depredadora”.
El docente explicaba que existen ecos de esclavitud en el encarcelamiento masivo de personas negras y latinas a través del trabajo penitenciario no remunerado o abusivo y este término, asegura que viene de “dar la bienvenida” a la participación negra en actividades económicas, pero, luego esa comunidad sería penada con altos tipos de interés y fórmulas “que la despojan de sus ingresos y riqueza”.
Economía sin desigualdad
La ausencia de diversidad parece seguir imposibilitando el sueño americano a pesar de algunos progresos.
“Durante el año pasado hemos utilizado nuestro derecho de voto como accionistas en las juntas de las compañías para lograr una mayor diversidad en los consejos de las empresas en Estados Unidos, y estamos viendo resultados”, indicó Lucía Catalán, directora general de Goldman Sachs AM para Iberia y Latinoamérica.
El 38% de los empleados de los empleados negros (aunque representan solo el 11% de la fuerza de trabajo del país, cobra salario mínimo.
Para Wole Coaxum, un antiguo director del banco JP Morgan Chase, los cambios deben producirse sin “injusticias sistemáticas”, asegurando que estas deben resolverse abordando primero las desproporciones económicas que mantienen a millones de estadounidense sin servicios bancarios.
Cerrar la desigualdad en la inversión, la educación los inmuebles y los salarios podría impulsar (según Citigroup) el Producto Interno Bruto (PIB) de EEUU cinco billones de dólares durante los próximos cinco años.
