A pesar que el 31 de diciembre un portavoz del Vaticano informó que el papa Francisco no iba a presidir la misa de Año Nuevo, este 1 de enero hizo su primera aparición pública del año desde la biblioteca del Palacio Apostólico con el fin de rezar el Ángelus.
El motivo de cancelación de la misa fue una “dolorosa ciática”. Sin embargo, este viernes les deseo a los habitantes de lmundo “paz y serenidad para el nuevo año”.
“Los dolorosos acontecimientos que marcaron la vida de la humanidad el año pasado, en particular la pandemia, nos han enseñado cuán necesario es interesarse por los problemas de los demás y compartir sus inquietudes”, dijo.