El gobierno de Daniel Ortega continúa reprimiendo a su pueblo, incluso después de haber iniciado el diálogo con la oposición nicaragüense. Así lo informó un reporte difundido por la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“El Gobierno y los elementos progubernamentales continuaron reprimiendo la disidencia. Las autoridades consideran que la represión de las protestas en todo el país fue una respuesta legítima a un golpe de Estado fallido, negando toda responsabilidad por la violación de derechos humanos”, denunció la ONU.