Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, denunció, este miércoles, que su país “se encuentra actualmente bajo un asalto”, luego de la situación con los 16 menores de edad venezolanos, así como 13 adultos, deportados el pasado domingo.
Para Rowley, este asalto se llevó a cabo “utilizando personas anónimas, sin rostro, armadas con niños inocentes, para tratar de obligarnos a aceptar su comprensión del estatuto de refugiado”.
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En este sentido Rowley se refirió, mediante un mensaje publicado en redes sociales, a Luis Almagro, presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), a quien atribuyó el haber “declarado la guerra a Trinidad y Tobago” por no apoyar un cambio en Venezuela.
El mandatorio recordó que el país caribeño cerró sus fronteras, incluso, para sus propios ciudadanos durante la pandemia, resaltando además que, bajo la etiqueta de “humanitaria”, se pretende forzar a Trinidad y Tobago a aceptar inmigrantes bajo la excusa de que se trata de refugiados.
Rowley recordó además que Trinidad y Tobago facilitó el registro de 16.000 venezolanos durante los últimos meses.
