Las actividades culturales en el estado Trujillo se encuentran desatendidas. Los espacios o lugares para desarrollar este tipo de encuentros están en deterioro, otros tomados por el gobierno y otros bajo sus mismos aportes hacen el esfuerzo por mantenerse.
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Este estado andino ha sido cuna de excelentes artistas, pintores, músicos, actores, quienes han dejado el nombre de su terruño muy en alto, pero en nada se compara aquellos años dorados a los actuales, donde carecen de sitios para hacer sus presentaciones.
El Ateneo de Valera, igual que en Trujillo, fue tomado por grupos afectos al chavismo, quienes ahora tienen el control y son muy pocas las actividades que realizan.
La sede del Teatro Nacional Juvenil (TNJ) en Valera, conocida como Casa Pilar Romero, es un lugar que se mantiene gracias al esfuerzo que hacen los actores que la integran, pero no reciben ningún ingreso ni aporte del gobierno regional. Es una casa bastante amplia que consiguió la actriz trujillana Pilar Romero, en comodato, de allí las generaciones que han pasado y las que se mantienen se organizan para mediante sus puestas en escenas lograr algunos recursos para el mantenimiento
Trabajo en equipo
Desde el Teatro Nacional Juvenil, Francisco Rivero, mejor conocido como “El Abuelo”, es el director de la institución, la cual se ha mantenido gracias a los esfuerzos que el grupo que la integra se ha preocupado por no dejarla en el olvido.
Con 30 años de experiencia recordó cómo fue esa época en el estado, todos los lugares que habían para sus presentaciones, lamentó las cosas que se han perdido, sin embargo, dijo que “seguimos persistiendo ante la debacle, mientras yo respire seguiré este sueño que nos dejó Pilar Romero, que es el Teatro Nacional Juvenil para todos aquellos que quieren hacer cultura y abierto para cualquier rama del arte”.
El actor de teatro Juan Viloria, aseguró que en el estado no hay ninguna variedad de propuestas culturales, que pudiesen generar opciones de entretenimiento y formación “nos duele que no hayan espacios que generen alguna competencia, donde se den otros desarrollos escénicos o dancísticos”.
Contó que ellos desde el teatro, sin ningún apoyo del gobierno, han asumido muchos retos como lo es mantenerse por más de 30 años “hemos realizado una autogestión desde las uñas, con nuestros espectáculos haciendo potazos, actividades en busca de fondos, para generar también un sentido de pertenencia con esto que es de todos los trujillanos”.
Se conoció que para la última semana de febrero se espera la reactivación del Teatro Juvenil, cumpliendo con las medidas de seguridad, tendrán dos puestas en escenas, pero también contarán con talleres de formación teatral para todos aquellos que deseen incursionar en el arte.
El viernes 26 de febrero presentarán “Arriba las canas abajo las ganas”, dirigida por José Asdrúbal Cárdenas y también “Bandolero y malasangre” dirigida por Giuseppe Grasso. De esta manera dan inicio a un retorno de actividades para ofrecer así entretenimiento y cultura al estado Trujillo.
