El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció nuevas medidas para detener a quienes cometan hechos criminales en ese país, ello en el marco de una guerra contra las bandas criminales, que deja 58.000 detenidos.
Según Bukele, “se cercarán grandes ciudades para hacer los procesos de extracción de los terroristas que están dentro de las mismas, sin darles la posibilidad de escapar”.
Sin embargo, el mandatario no precisó los nombres de las ciudades en las que se implentará la medida “por motivos de seguridad”.
El anuncio fue hecho frente a 14.000 soldados que estaban concentrados en un terreno cerca de un cuartel militar en las afueras de la ciudad de San Juan Opico, a 35 km al oeste de la capital del país.
“Si ellos quieren escapar o alguien quiere suplirlos de armamento o de alimentos o de munición, o de celulares o de todo lo que utilizan para amedrentar a la población, pues ahí (los policías y soldados) van a interceptarlos”, sostuvo el mandatario salvadoreño.
Estas acciones, según Bukele, forman parte del denominado plan de seguridad gubernamental “Control Territorial” que ahora está “reforzado” con el régimen de excepción, que se impulsa desde el pasado 27 de marzo y que permite detenciones sin orden judicial.
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