Las altas temperaturas en California, Estados Unidos, rompieron récord este año, debido a una ola de calor, la más peligrosa hasta ahora por sus 53 grados centígrados, que hace que la habilidad de las personas de regular su temperatura corporal se vea afectada.
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Pese a que el sur de California ya sufre llamas devastadoras, el Servicio Meteorológico Nacional alertó que la ola de calor podría provocar más incendios, por lo que fueron asignados equipos estratégicos de bomberos en esta zona y en San Joaquin Valley.
El gobernador Gavis Newson declaró el estado de emergencia para incrementar la producción de energía y relajó las reglas creadas para limitar la contaminación del aire y los gases de efecto invernadero.
Tras esta situación, los habitantes del sur de California buscaron alivio y abarrotaron las playas.
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