La Conferencia Episcopal de Venezolana (CEV) leyó este 6 de julio un comunicado en el que afirma que actualizará los códigos preventivos de abuso en espacios eclesiales y sostiene que los presuntos sacerdotes pederastas sí han sido apartados de la Iglesia y de sus víctimas.
El anuncio se da como respuesta al reportaje del diario estadounidense The Washington Post en el que denuncian casos de sacerdotes que fueron acusados y condenados por pederastia, pero no cumplieron su pena en prisión y volvieron a ejercer dentro de la Iglesia católica.
“Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan”, expresó el obispo de San Cristóbal y primer vicepresidente de la CEV, monseñor Mario Moronta.
El obispo explicó que la CEV dispone de unas guías de actuación ante presuntos abusos cometidos por cléricos y agentes de la pastoral. “Estas también han sido recientemente renovadas”, declaró en rueda de prensa.
Moronta aseveró que la Iglesia católica “ha procurado las investigaciones y los procesos según la legislación eclesial” y reiteró el “compromiso de promover la dignidad de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables”.
En el comunicado, también sostienen que “los abusos sexuales constituyen un delito y grave pecado contra la vida y la dignidad de la persona, particularmente cuando afectan a los más débiles”.
