De cara al venidero proceso electoral del 21 de noviembre en Venezuela, VPItv organizó el foro ‘Desafío Electoral’ que, conducido por la periodista Gabriela Perozo y en compañía de un panel de expertos, ofreció a los televidentes escenarios y perspectivas sobre el antes, durante y después de la convocatoria venezolana.
Entre los panelistas invitados estuvieron la rectora suplente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Griselda Colina, quien también es directora general del Observatorio Global de Comunicación y Democracia, y el profesor en el Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, Eduardo Gamarra.
¿En qué se diferencian estos comicios de 2021?
En respuesta a esta pregunta, Colina aseveró que si bien el país conoce los resultados de los procesos anteriores, el que se realizará en un par de semanas se diferencia, entre otras cosas, por la renovación del CNE y la cantidad de candidaturas y elecciones en los cargos de rectores. Afirmó que debido a la diversidad de la rectoría, se llevan a cabo varios trabajos en materia de garantías y derechos políticos. Afirma que ha habido una serie de logros que se ven visibilizados en los próximos comicios.
“Es oportuno hablar hoy de qué es lo que marca la diferencia en este evento electoral, a diferencia de los anteriores. Mi participación como rectora suplente marca un cambio. Decidimos postular 15 candidatos y fuimos electos cuatro. Hemos venido haciendo un trabajo de acompañamiento para la restitución de garantías y derechos que se han estado violando. El proceso y las elecciones son un derecho humano que debe ser restituido para los venezolanos. Estamos conscientes de que no todo se va a lograr este 21n pero también hay que ser justos y ver todo lo que se ha logrado”, asevera la experta.
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Pese al panorama de diversidad política que señala Colina, para el profesor Eduardo Gamarra el punto focal consiste en la comprensión del escenario en Venezuela, que implica el alcance de la administración de Nicolás Maduro en todas las instancias del Estado. Considera que más que un ejercicio democrático o una demostración de diversidad y participación política, el 21 de noviembre solo dará “legitimidad” Maduro.
“Creo que es necesario que entendamos que lo que tenemos acá es un proceso que sigue siendo dominado por un gobierno que incluso acaba de cancelar unas negociaciones porque no se permitía la participación de un hombre actualmente preso en EE.UU. (…) Creo que el resultado va a ser igual. El poder es muy difícil de dejar. Y más cuando se tiene el control de todo. Eso es lo que creo que hay que entender. Las condiciones en Venezuela están garantizando la supervivencia del modelo chavista, y la oposición está a décadas de llegar al poder. No hay oposición, no hay un partido coherente. Esto lo que hace es darle una legitimidad impresionante a un régimen”, sentencia Gamarra.
El acompañamiento internacional como espada de Damocles
Uno de los puntos que más destaca en este proceso, de acuerdo a quienes estudian el caso Venezuela, es la conformación de una Misión de Observación Electoral (MOE) por parte de la Comisión Europea, como parte de su aporte para con lo que ocurre en el país. Sobre esto, Gamarra puntualizó que si bien el acompañamiento de esta comitiva cuenta con la venia de los actores internos y externos, la actuación de esta debe ser también vigilada.
“Creo mucho en ella. Creo que organismos multilaterales deben ser parte de estos procesos. porque dan una visión independiente de que las cosas se están haciendo bien. Hoy día no creo que se puedan dar elecciones creíbles en ningún país del mundo sin observación electoral independiente. Incluido EE.UU. Veremos al final hasta dónde llega la administración de Maduro y hasta dónde le permiten a CNE llevar unas elecciones más creíbles que las anteriores. ¿Cómo será al final? ¿Qué pasa si la posición gana? ¿El chavismo respetará esos resultados? Hay que ver esta observación con mucho optimismo, pero también hay que observar a los observadores”, explicó el profesor.
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En este sentido, Colina puntualizó que la concesión de Maduro sobre la presencia de la MOE, la renovación del CNE y permitir la inscripción de candidaturas responde a una evaluación de riesgos que incluye una perdida de capital político.
“Hay que entender el contexto en el que se dan estas elecciones ¿Por qué permitieron la renovación del CNE y la observación internacional? Creo que el gobierno sabe de la gestión catastrófica que lleva y lo que significa eso para su permanencia. Ellos saben que eso está en riesgo. Y que incluso como Maduro ha perdido un capital importante. Eso es lo importante y ellos lo saben, y así tenemos que evaluarlo (…) Más allá de legitimar o no el proceso, la observación internacional está acompañando a los venezolanos en un proceso de reconstrucción de garantías”, declaró Colina.
También ratificó el carácter que tienen las elecciones con base a la movilización de todas las partes políticas que se han incorporado. También insistió en que la ciudadanía, tanto dentro como fuera del país, debe tener un papel más protagónico y, al igual que Gamarra, insiste en la comprensión del contexto venezolano. Sobre esto último, afirma que este posee muchas aristas que deben atenderse.
“Uno de los temas más duros que atraviesa Venezuela es la emergencia humanitaria. Aquí hay una crisis multidimensional que nos está quebrando como país. En este proceso se avanzó significativamente y hay elementos en los que se deben seguir trabajando. Creo que esta elección marca el inicio de lo que es una reconfiguración del sistema político en Venezuela. Vemos que desde 2017 la mayoría de los partidos no se estaban presentando. El proceso de este 21N marca una posibilidad para que veamos cómo están esos liderazgos políticos, si hay posibilidad de votar por nuevos partidos y personales”, expuso Colina.
“El cambio no se dará de forma rápida ni automática. El cambio es un proceso, y eso hay que decírselo a la gente. La realidad del país nos exige un compromiso con la democracia (…) Nos toca seguir trabajando en un proceso para la construcción de la democracia en Venezuela y que nos permita superar esta emergencia que está atravesando el país”, subrayó.
¿Por qué votar? ¿Para qué votar?
La displicencia e incluso el desdén de los venezolanos en cuanto a las elecciones y participar o no en ellas fue otro de los temas abordados por ambos expertos. Para la rectora suplente del CNE, el país debe concentrar esfuerzos en lo que llamó la “humanización del conflicto”, además de fomentar y cultivar el ejercicio de la política desde todas partes, focalizado en el aspecto positivo.
“Entendemos hartazgo del venezolano por la política, y eso tiene un sentido y una razón. ¿Por qué me postulo al CNE? Somos realistas radicales pero también vemos las oportunidades que vemos en el camino. Nadie nos garantizaba que si postulábamos candidatos, esos iban a quedar. Yo estoy impulsando la institucionalidad electoral. Con todos los compañeros hemos hablado. Conversamos e impulsamos la humanización del conflicto”, dijo Colina.
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Por su parte, el profesor Gamarra trajo a relieve los resultados de los procesos anteriores, e insistió en que el control de la administración de Maduro sobre los organismos que conforman el estado de Derecho es clave para determinar la conducción y resultado de cualquier proceso de carácter electoral. Insiste en que la convocatoria de comicios no es sinónimo de ejercicio y práctica de la democracia.
“Visto lo que ha venido siendo el proceso chavista durante por dos décadas, se ha dado un proceso de copamiento de todas las instituciones. Hay que entender también el escepticismo que hay. Primero por los fraudes que han habido. Segundo, por la decisión del gobierno de eliminar a la oposición. Tener elecciones no quiere decir que hay un país democrático. Sabemos que las reglas son hechas por el gobierno e implementadas por las instituciones copadas, y por una oposición que sabe que no va a tener un resultado muy positivo”, declaró el experto.
¿Qué paso debe dar la ciudadanía, el país, de ahora en adelante?
A juicio de Colina, la llave de la puerta de salida al contexto actual es la construcción de la democracia, la participación ciudadana y el respeto a las garantías y al estado de Derecho. Sin embargo, reconoce que la política en Venezuela ha incurrido en errores que se traducen en la indiferencia de los conciudadanos.
“Las elecciones sirven para que la ciudadanía se exprese. Estamos haciendo todo para que confíen. Creo que el cambio se está dando, pero el proceso será lento y exigen una convicción democrática. Estamos haciendo elecciones para construir democracia, y nos toca a los ciudadanos asumir roles, que son muchísimos. La confianza no se gana de la noche a la mañana, pero lo que le pido a la gente se se informen de los cambios que están pasando. No niego que hay situaciones difíciles pero también hay que ser justos y reconocer que han habido cambios”, expresó.
“El camino nos exige un comportamiento distinto y humanizar el conflicto. El mensaje para los venezolanos tiene que ser de esperanza. Que no Será fácil. Que incluso después del 21N debemos leer más allá de los números. El comportamiento democrático del país también está a prueba. Tenemos que armarnos de valor y convicción para seguir trabajando por 2024-2025. Cómo la clase política se prepara para responderle a la gente. La gente está consciente de que quiere elegir un cambio para sus vidas. Esa es la democracia que queremos y por eso estamos luchando”, agregó Colina.
