Hace poco más de un mes, la Guardia Nacional de Maine (EE. UU.) alertó a la policía local sobre el potencial violento del autor del tiroteo que acabó con la vida de 18 personas el pasado miércoles 25 de octubre.
Varios compañeros y amigos de Robert Card, quien fue encontrado sin vida en un camión de reciclaje el pasado sábado, habían informado a la Guardia Nacional que estaban preocupados por el hombre, informó este lunes la cadena CNN.
Un amigo de Card incluso llegó a expresar preocupación de que este fuera a “estallar y a cometer un tiroteo” con múltiples víctimas mortales. Además, le había dicho que tenía armas y que quería disparar contra el centro de la Guardia Nacional en Saco, Maine.
En respuesta a estas denuncias recibidas por la Guardia Nacional de Maine, agentes de la policía de Sagadahoc y del condado de Kennebec llevaron a cabo una visita al domicilio de Card el 16 de septiembre, pero no consiguieron hablar con él. Al no poder localizarlo, lo dieron por desparecido y cerraron el caso el 1 de octubre.
Para entonces, Card ya había comprado una de las armas que utilizó en el ataque: un rifle Ruger SFAR de alta potencia.
El arma con el que acribilló a tres decenas de personas (hubo 13 heridos) en una bolera y en un restaurante fue encontrada en el interior del coche en el que presuntamente huyó y que fue abandonado en un embarcadero de Lisbon, vecina a Lewiston, donde se produjo el ataque.