El papa Francisco pidió este miércoles un trato digno para los migrantes que trabajan en agricultura, llamado que se produce mientras Italia estudia si legalizará la situación de los trabajadores agrícolas indocumentados ante la escasez de personal estacional para atender los campos tras la pandemia del coronavirus.
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El pontífice señaló estar sorprendido ante la crisis producida por el covid-19 en los trabajadores migrantes, quienes incluso antes de la pandemia vivían al día con salarios mensuales menos de 25 euros (27 dólares).
Al final de su audiencia general semanal, el papa aseguró que en Italia estos trabajadores están “muy explotados”.
“Es verdad que la crisis actual afecta a todo el mundo, pero la dignidad de las personas debe ser respetada siempre (…) La crisis podría brindarnos la oportunidad de hacer de la dignidad de las personas y del trabajo el centro de nuestras preocupaciones”, expresó.