Luego de que el gobierno del primer ministro de Australia, Scott Morrison, respaldado por Washington, solicitara a China una investigación sólida sobre los orígenes del brote, Pekín ha bloqueado algunas importaciones de carne de res australiana.
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Australia asegura que mientras trata de silencias las críticas sobre la expansión del coronavirus, China ha desplegado un arma muy utilizada como lo es las sanciones comerciales.
El director ejecutivo del Instituto de Política Estratégica de Australia, Peter Jennings, explicó a un grupo de expertos que China lo que realmente hace es “enviar un tiro político a través de arcos” agregando que el gigante asiático le dice su país que “no se preocupe por una investigación abierta e independiente”.
Beijing por su parte había utilizado el acceso a sus enormes mercados “como una palanca en su campaña para desviar la culpa del brote”, indicó Jennings, destacando que esa “táctica” ya la había aplicado anteriormente contra gobiernos de Noruega y Canadá en disputas políticas durante la última década.
