La joven Anna Sorokin, de 31 años, se presentaba como una acaudalada heredera y con su historia engañó a amigos, representantes de hoteles e incluso entidades bancarias.
Anna Sorokin, una joven inmigrante de origen ruso-alemán, fue sentenciada en el 2019 en Nueva York por haber estafado a numerosas personas haciéndose pasar por una rica heredera.
Lea también: Grupo de Contacto aboga por reanudación del diálogo político en Venezuela
Su caso fue tan sonado y esperpéntico, que Netflix decidió hacer una serie: ‘Inventing Anna’.
La joven se inventó una realidad con la que consiguió engañar a todos: se presentamba como una acaudalada heredera europea cuando en realidad era hija de un exconductor de camiones ruso que se mudó a Alemania cuando tenía 16 años.
La jueza Diane Kessel, de la Corte de Nueva York le impuso una condena de entre cuatro y 12 años de prisión.
De noviembre de 2016 a agosto de 2017, logró viajar gratis en aviones privados y vivió meses en lujosos hoteles de Manhattan cuyas cuentas nunca pagó, según la fiscalía de Nueva York.