Un año y tres meses han transcurrido desde que José Ignacio Solórzano Benavides, de 26 años, apodado como “El Monstruo de Punta de Mata”, degolló y apuñaló a su exesposa, sobrino e hijos, y sigue sin castigo. La audiencia ha sido suspendida cinco veces.
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Los familiares de las víctimas exigen justicia para sus deudos y que el criminal reciba una sentencia. El cuádruple homicidio ocurrió en el sector Francisco de Miranda. Por estos crímenes también está detenida Mercedes Benavides, madre de Solórzano, por presunta complicidad.
“El Monstruo de Punta de Mata”, fue detenido y llevado a los calabozos de la Policía del estado, sin embargo, Glendys Rangel, hermana de la víctima, duda que el criminal siga en estos espacios.
Rangel explicó que el alegato del órgano judicial es que tanto el retardo procesal y el hacinamiento en los calabozos han obstaculizado el proceso.
“No nos consta que él siga preso, no nos dejan ingresar al lugar donde supuestamente esta”, dijo.
Exigió, desde el Tribunal Supremo de Justicia en la ciudad de Maturín, celeridad en el proceso y que caiga sobre los culpables la pena máxima: “Como familia queremos justicia y que cumplan con los pasos correspondientes. Basta de retardo”.
Rangel reiteró que todas las audiencias han sido suspendidas. La primera porque no hubo traslados de los imputados al Palacio de Justicia, la segunda porque la jueza encargada del caso se enfermó, la tercera porque inició la cuarentena por la covid-19, la cuarta el implicado no asistió a la Fiscalía y por último nuevamente fue diferida la audiencia.
Ante esta situación, Rangel clamó por justicia a propósito de celebrarse el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, exhortando a los entes competentes a darle curso al proceso que a su juicio se ha convertido en «un calvario».
“Nos quitaron a cuatro integrantes de nuestra familia (…) tres niños que comenzaban abrir los ojos al mundo y no merecían morir de esta manera y menos.
