El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, calificó este miércoles como “grave e inconstitucional”, el decreto que establece que el 50% de la producción agroindustrial de Venezuela sea destinada a los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), ya que a su juicio esto sería “politizar” aún más el tema de los alimentos.
Nota de prensa
Reiteró que los CLAP representan la nueva estafa del gobierno. “Es muy grave que la poca comida existente se la quieran entregar al PSUV y lo más que seguro es que sea usando a la Fuerza Armada Nacional. Es inconstitucional que 50% de la producción tenga que ir a los CLAP, eso es politizar la comida. Cuando alguien pregunta sobre los CLAP, la gente responde que eso es corrupción”.
Enfatizó que la mayoría de la población no se ha podido beneficiar mediante este sistema de distribución de alimentos impuesto por el Ejecutivo central. “En las comunidades la gente dice que ha recibido la bolsa de comida cada tres meses en promedio, o dicen que no la han recibido. La crisis no se resuelve con una bolsa de comida, sino con producción”, recalcó.
Asimismo, Capriles precisó que los días 26, 27 y 28 de octubre, periodo fijado para la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad, el pueblo decidirá entre el modelo del gobierno de colas y la propuesta de una Venezuela productiva y de cambio.
En tal sentido, recordó que faltando 21 días para el proceso, el CNE aún no ha anunciado los centros electorales para la ejecución de la etapa previa a la consulta refrendaria.
“No sabemos si las 4 señoras del CNE están esperando la sentencia del TSJ que buscaría anular todo el proceso del revocatorio o la llamada de Miraflores. Tenemos información que sí tienen los recursos para el Referéndum y que toda la parte técnica está lista. Simplemente estamos a la espera de que las 4 rectoras respeten a los venezolanos”, puntualizó.
Con respecto, a la posible “olla” que estaría preparando la Sala Constitucional del TSJ para impedir el referendo, el primer mandatario mirandino resaltó que se viene alertando a la comunidad internacional sobre ese particular, ya que impedir el revocatorio “colocaría a Venezuela en un camino incierto y más peligroso, ya que se cerraría la ventana democrática hacia el cambio que el 80% del país desea”.
