Fetrasalud pidió fijar en 100 mil bolívares el sueldo base del personal obrero de la salud
La cruzada por la salud que adelanta la Federación de Trabajadores por la Salud (Fetrasalud) tuvo como parada el Oncológico Luis Razetti, en Cotiza, Caracas. “Le estamos dando continuidad a la denuncia pública que se viene evidenciando sobre los hospitales del país”, indicó Pablo Zambrano, secretario general de la organización, quien este jueves validó la precaria situación de la institución.
La remuneración que percibe el personal que labora en el centro oncológico fue otro de los puntos que Fetrasalud trató en su encuentro con los medios de comunicación.
“El 80% del personal es femenino. Es decir, (hay) madres que no pueden cumplir su compromiso con el hogar”, consideró Zambrano. “Ocho mil bolívares quincenales es lo máximo que puede cobrar un obrero”, agregó.
Para recuperar el poder de compra, Fetrasalud le exige al Gobierno Nacional fijar en 100 mil bolívares el sueldo base del personal obrero de la salud, monto que se complementará con los beneficios que se negocien en el contrato colectivo, que solicitan se discuta los más pronto posible.
A media máquina
Héctor Villegas es camillero. Con 14 años de vivencias en el Oncológico Luis Razetti, el momento por el que atraviesa la institución es el peor que él recuerde. O al menos así lo testifica.
“No hay insumos, no tenemos nada”, dice de entrada Villegas para aclarar un poco el panorama del recinto. “Los ascensores no sirven”, prosigue en su relato para señalar el viacrucis que padecen los pacientes para movilizarse en la infraestructura.
Incluso, desde hace 15 días el servicio de comida es completado por vegetales. “No hay proteínas”, denuncian. Berenjenas, chayotas y calabacín, entre otros rubros, son los complementos de la dieta.
Dos años de interminables carencias es lo que atesora el Oncológico. Ese es el periodo que marcó Villegas para establecer el punto de partida de la crisis que se acrecienta día a día y que afecta los servicios del centro hospitalario.
“Radioterapia funciona a media máquina. Ginecología no funciona, el servicio de partes blandas tampoco”, explica.“Los pacientes deben traer insumos, las soluciones”.
Pide no politizar las denuncias. No desean (él y sus compañeros) retaliaciones políticas; en este caso el Ministerio para la Salud.
“La política se la dejamos a los políticos. Lo nuestro es una labor social. Estamos acá por los pacientes, esta lucha es por ellos y para ellos”, expresó Villegas. Aunque reconoce que la mejora salarial es otro bandera e su lucha. “No vean esto como una amenaza”, cerró.
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