Militarizada y sin comida regulada amaneció la Fuerzas Armadas

La desesperación y la resignación se veían ayer por partes iguales en los rostros de quienes iban por los comercios de la avenida Fuerzas Armadas y se encontraban con los lugares militarizados y sin oferta de ningún producto regulado. El jueves, luego de la desviación de camiones con comida hacia los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, consumidores protestaron, y la manifestación terminó con represión militar y policial.

“Hubo edificios que tuvieron que ser evacuados porque había niños que se ahogaban con los gases. Después del desbarajuste me quedé en mi casa y no salí. Por aquí no pasaba ni un alma”, relató Fanny Henríquez, vecina de la zona.
Luego de las 3:00 pm, cuando finalmente se disolvió la manifestación, desde los edificios vieron motorizados, que se identificaron como miembros de los colectivos que atacaron y golpearon a las personas, que se quedaron en varias esquinas vigilando que no se repitiera la revuelta. “Ahí estuvieron hasta tarde. Había mucha gente rara. Esta es una avenida muy transitada y después del rollo estaba sola. Había un ambiente raro. Los motorizados se quedaron como hasta las 4:00 am que fue cuando llegó la Guardia Nacional Bolivariana a vigilar los comercios”.
La avenida amaneció custodiada por la GNB y por la Policía Nacional Bolivariana. Había dos camionetas militares con escudos guindados a los lados y los funcionarios se aseguraban de que no se vendiera ningún producto regulado y de que no se hiciera cola en las afueras de los comercios. “Lo que quieren es que se acaben las colas y atacar a los bachaqueros, pero y ¿qué va a comer el pueblo? Al final nos afectan a todos”, expresó una mujer.
Las aceras, que amanecían repletas de gente esperando que abrieran los negocios para comprar, ayer no tuvieron ni una fila. Casi todos los comercios abrieron, incluso aquellos en los que se inició la protesta del jueves, pero no vendieron ningún producto de precio fijado por el gobierno.  
Juana Salavarría vive en una de las calles transversales cercanas a la esquina El Socorro, epicentro de la protesta. “Desde la ventana veía cómo sacaban a los niños de las casas, y eso que no estamos pegados a la calle. Al final me enteré de lo que pasaba por el canal alemán (televisión por cable) porque aquí ningún canal nacional informaba lo que estaba sucediendo”. La mujer, de 65 años de edad, dijo que la entristece la situación porque ahora será mucho más difícil no encontrar la comida. “Habrá que comprar sardinas en lata, pero hasta eso está carísimo”.
Un miembro del consejo comunal José Martí, de la parroquia Altagracia, aseguró que la medida de los CLAP se originó luego de que vecinos denunciaron delincuencia por las colas y reventa nocturna de los productos regulados.
Conato de saqueo y confusión en abasto de El Paraíso

Ayer desde las 2:00 am había personas haciendo cola frente al mercado San Francisco en El Paraíso, al lado de la Comandancia General de la GNB. Creían que el comercio conservaba parte de la mercancía que habían recibido el jueves cuando llegó un camión con harina de maíz, mantequilla, salsa de tomate y mayonesa. A las 8:00 am, aproximadamente, cuando iban a abrir el abasto, la gente se agolpó frente a la puerta para exigir esos productos, aunque el dueño decía que no le había sobrado nada. Las personas quisieron tomar el local y trancar la calle como protesta, pero la GNB y la Guardia del Pueblo lo impidieron.
“Como se calmó todo, vamos a esperar a ver si venden algo. En la Madariaga no hay consejo comunal y no tenemos acceso a los CLAP, eso no se forma de un día para otro. Si se está pasando hambre, se pasará más”, dijo María Castro. Al mediodía la cola seguía y se nutría, aunque nadie sabía si comprarían. Con un cordón hecho con escudos, la GNB se aseguraba de que no hubiera otra protesta. Los oficiales de la Guardia del Pueblo afirmaban que no había nada regulado para ofrecer.
En Charallave repartieron 160 bolsas de comida para 2 consejos comunales. Al mediodía, personas a quienes les habían prometido alimentos y no los recibieron decidieron cerrar la autopista Charallave-Ocumare, a la altura de Matalinda, para reclamar. Además, denunciaron sobreprecios.
“En Charallave las bolsas que cuestan 450 bolívares las venden en 900 bolívares”, escribió en Twitter @XiomaraDaz2. Continuó: “Ya comenzó la distribución de CLAP, ya comenzó la corrupción de colectivos”.
A las 5:00 pm de la tarde vecinos de Los Ruices atravesaron basura en la avenida Francisco de Miranda, en las inmediaciones del Metro Los Cortijos, en protesta contra los CLAP. Argumentaron que desde hace 10 días no reciben productos regulados y de allí la protesta.
El Nacional.

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