Una de las poblaciones más vulnerables en Venezuela es la de los adultos mayores. A los padecimientos propios del paso del tiempo también se le añaden los problemas devenidos en los últimos años por la situación socioeconómica del país, junto con una hecatombe de antivalores.
Frente a este escenario diario de los abuelos, un grupo de personas en el Estado Nueva Esparta, bajo la coordinación de una enfemera, se dedican al rescate de los adultos mayores en situación de vulnerabilidad e incluso de mendicidad.
La casa hogar “Mis años de vida” se dedica a atenderlos y sacarlos de una situación en la que ya no desean estar, dice la coordinadora Yelitza Peña. Varios son los abuelos que están triste no sólo por lo dura que es la Venezuela actual; gran parte de su dolor se debe al abandono de su familiares.
Otros activistas sociales y la ciudadanía han mancomunado esfuerzos para atender a los pocos abuelos que están bajo el cuidado de “Mis años de vida”. Para algunos de ellos, pese al abandono de sus familias, les resulta suficiente compartir sus días con quienes, al igual que ellos, pasan por lo mismo.
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