Cuando llegaba octubre, en Venezuela era sinónimo de béisbol, porque normalmente el 12 de este mes empezaba la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y con ello la diversión, el popular “chalequeo” (las bromas), el ir al estadio y disfrutar del juego con unas cotufas y una buena espumosa.
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Recuerdo que cada octubre las personas le quitaban el polvo y las telarañas a las camisas de su equipo favorito, empezaban los planes para ir al estadio un fin de semana o entre semana al salir de la oficina. Todos esperábamos con ansias el primer Caracas-Magallanes y si perdía tu equipo, después, no querías ni aparecer al día siguiente, ¡qué momentos!.
Qué hermoso era escuchar a tus abuelos hablar del béisbol de antaño, de la época de los Carrasquel, los Aparicio, los Davalillo, entre otros, nada como conversar con ellos y aprender de esas épocas doradas de nuestra pelota.
Al despertar en la mañana lo primero que hacías era respirar béisbol, salías a la calle y todos hablaban de los resultados de la noche anterior, ibas al quiosco a comprar el periódico para ver los resultados y la tabla de posiciones, si eras guairista sufrías más, pero siempre eras el más alegre y optimista, con tu famoso “este es el año”.
Un juego en la TV y el otro en la radio, porque si no te gustaba el narrador televisivo, le colocabas mute y escuchabas el que querías y te gustaba más. Cuando te agarraba un tráfico descomunal, colocabas una emisora y el juego te calmaba.
Las discusiones en los colegios, universidades, trabajos y hasta en la política eran de béisbol, porque este deporte forma parte de nuestra piel, de nuestra idiosincrasia, de nuestra historia.
Hoy estuviéramos hablando solamente de eso, de quién podría ser campeón, de si los grandeligas recibían permiso para jugar, de cuando iríamos al estadio, con calendario en mano para planificar todo, pero, la realidad es otra, no hay béisbol en Venezuela, o al menos todavía no han anunciado nada.
Hoy hubiesen empezado los mejores tres meses del año, cuanta falta hace esa época dónde a todos nos preocupaba una sola cosa: quién representaría al país en la Serie del Caribe.
Hasta ese sentimiento nos lo quitaron, pero volverán esos momentos, de eso estoy completamente seguro.
