Luisa Panagua.- La escasez, el desabastecimiento y el empobrecimiento generalizado de los venezolanos, trajo como consecuencia un desplome en los niveles de alimentación y nutrición lo que se tradujo en un retroceso de cincuenta años en la salud poblacional y el aparecimiento de enfermedades carenciales como la pelagra.
Los datos los aportó la doctora Livia Machado, nutricionista y representante de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, quien aseguró que gracias a estadísticas recolectadas por médicos nutriólogos en cinco hospitales del país -Maracaibo, Barquisimeto, Cumaná, Mérida y Caracas- se estableció que el 20 % de los menores de un año sin enfermedades crónicas presentan desnutrición severa y muchos no han ganado peso en su primer años de vida.
También se determinó que el 80 % de los niños menores de cinco años presentan algún grado de desnutrición y estos números se elevan en niños hospitalizados por alguna enfermedad base que disminuye aún más sus niveles de nutrición.
Machado aseguró que en nombre de la Sociedad de Puericultura se elevaron alertas a las instituciones como Ministerio de Salud, Defensoría del Pueblo y hasta la Fiscalía debido al degeneramiento de la salud infantil por hambre y malnutrición.
De hecho, reiteró que esta situación puede incrementar, no solo el número de niños con enfermedades carenciales para el 2017, sino también la mortalidad infantil, que según el boletín publicado con tres años de retraso por MinSalud, ya aumentó en un 30 % entre el 2014 y 2017 .
Citó datos de la organización Caritas que presta servicio y recolecta información de 32 parroquias del país, quienes aseguran que el 54 % de los niños menores de un año tienen algún grado de desnutrición severa, 3 % de niños no enfermos con desnutrición aguda y 3 de cada 10 pequeños padecen de retardo del crecimiento por hambre.
