La Fiscalía de Panamá confirmó el hallazgo de siete indígenas muertos dentro de una fosa mientras era desmantelada una secta religiosa denominada “La Nueva Luz de Dios”, ubicada en la comarca de Ngäbe Buglé, a 250 kilómetros de la capital de ese país. Según información de medios locales, seis de los fallecidos son menores de edad.
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Otras 15 personas fueron rescatadas por la Policía Nacional panameña durante el proceso. El director general de este cuerpo de seguridad, Alexis Muñoz, detalló que los indígenas presentaban lesiones y quemaduras, presuntamente como parte de un proceso de adoctrinamiento.
El ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó que fueron detenidos 10 adeptos de este grupo religioso. Según dos de los rescatados, “La Nueva Luz de Dios” se dedicaba a realizar exorcismos.
