El presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, durante su discurso en Ginebra ante la plenaria de la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), continúa en una profunda crisis que posiblemente se siga profundizando debido al debilitamiento de la institucionalidad y la democracia.
Larrazábal, recordó que el pasado 20 de mayo, Venezuela vivió un proceso electoral presidencial, adelantado, de dudosa legitimidad, convocado por la Asamblea Nacional Constituyente, inconstitucional.
“El modelo impuesto en el llamado Plan de la Patria, destruyó el aparato productivo y los empleos, la economía nacional se contrajo por quinto año consecutivo, habiendo perdido, más del 50% de su tamaño”, afirmó.
Adicional, expresó que, según cifras oficiales, entre 1998 y la actualidad, desaparecieron más del 40% de las empresas del país; mientras que las más de 1500 empresas que quedaron en poder del Estado, son improductivas.
“En los 2 últimos años, más de 44 empresas multinacionales cerraron o declararon en pérdida sus operaciones en el país. El salario mínimo mensual, apenas llega a 1 dólar, a valor de mercado. Se necesitan 138 salarios mínimos para adquirir la canasta básica familiar. Venezuela está desabastecida de
alimentos y medicinas, originando una crisis humanitaria”, agregó.
“Se destruyó el diálogo social y se satanizó el tripartismo. Es urgente iniciar un diálogo efectivo para cambiar el modelo y transitar del rentismo petrolero y el populismo hacia una sociedad productiva. Ya no tenemos más tiempo, aspiramos a un futuro próspero, en democracia. Estamos listos para asumir el reto”, sentenció.
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