La comunidad internacional y la libertad de Venezuela, por Sara Hanna

Venezuela atraviesa la crisis humanitaria mas compleja del continente, el 89 % de los hogares no cuenta con suficientes recursos para comprar alimentos, la mayoría de las familias venezolanas no comen 3 comidas al día, y la desnutrición infantil ha llegado al 15% lo que significa niveles agudos de desnutrición, y hay un 90% de escasez de medicinas, que se traduce en que muchas veces las enfermedades perfectamente prevenibles y tratables se vuelven una sentencia de muerte. Se estima que entre 2.5 millones de habitantes y 4 millones han abandonado el país en busca de mejor calidad de vida.

Los organismos internacionales se han pronunciado alarmados por la situación del país.  El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijo que la situación es “catastrófica”, y el programa de refugiados ACNUR emitió una Nota de Orientación sobre el flujo de venezolanos, en la que pidió “garantizar los estándares mínimos a los emigrantes venezolanos: legalidad, accesibilidad a los trámites pertinentes en el país de destino, acceso a los derechos básicos: salud, educación, unión familiar, libertad de circulación, albergue y trabajo; y evitar la deportación o expulsión.

La dimensión de la compleja crisis humanitaria que se vive en Venezuela demanda del conjunto de los actores internacionales para encontrar soluciones. Los venezolanos reencauzaran la democracia, pero necesitamos del apoyo internacional para lograrlo.

En lo internacional, hay que identificar dos planos fundamentales. El de los países democráticos del mundo, que sienten un compromiso ineludible en la defensa universal de los valores democráticos como los bloques representados en el Grupo de Lima de la OEA y la Unión Europea, y la diáspora internacional. Esa misma diáspora que se ha visto forzada al exilio, y que desde los diferentes ámbitos se activa en la búsqueda de soluciones para sus paisanos. Organizan caravanas de apoyo en sus países de acogida, escriben a sus políticos y representantes, publican artículos y dan entrevistas en los medios, y aportan constructivamente desde la academia con foros y propuestas.

Todo esto ha generado conciencia para fortalecer el apoyo de nuestros aliados. La crisis es tan compleja que no podemos desafiar los obstáculos sin el apoyo firme de los países democráticos y las instituciones internacionales.

Desde el pasado año, la presión internacional fue tomando forma con la petición iniciada por el Vaticano de exigir al gobierno respeto a la Asamblea Nacional única instancia parlamentaria legítima, permitir la apertura de un canal humanitario para ingresar alimentos y medicinas, liberar a los presos políticos y celebrar elecciones libres y transparentes.

También, en 2017 tras la decisión fraudulenta del Tribunal Supremo de Justicia, de suprimir las funciones de la Asamblea Nacional opositora, electa por la mayoría de los venezolanos en las elecciones del 2015, y la subsecuente represión del gobierno en las protestas contra ciudadanos pacíficos, los gobiernos de Europa y América dieron una respuesta contundente emitiendo medidas estrictas contra los violadores de derechos humanos y funcionarios incursos en actos de corrupción, en un hecho que sacudió por primera vez en 18 años, las bases de la cúpula que hoy gobierna en el país.

La denuncia es clave en obtener respuesta internacional. Cuando los ciudadanos viven bajo la ausencia de libertades democráticas, cada testimonio, cada registro, es importante. Por eso, debemos convertirnos en replicadores del mensaje, levantar la voz y denunciar a diario. Ese es el secreto. Que no quede un rincón del mundo donde no se denuncie los abusos y amenazas. Mientras hay un dictadura que pretende limpiar su imagen convocando elecciones fraudulentas, y que además mantiene a más de 370 presos políticos injustamente, una dictadura que está matando al pueblo de hambre  y escasez de medicinas en un holocausto silencioso, tenemos el deber de levantar la voz.

Hoy el Ejecutivo esta contra las cuerdas porque gracias al trabajo internacional que han emprendido los defensores de derechos humanos venezolanos y las organizaciones como Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch se ha logrado recaudar evidencia incontrovertible de violaciones de derechos humanos que posiblemente puedan acarrear al gobierno responsabilidad por crímenes de lesa humanidad, ante la Corte Penal Internacional.

De la misma manera los desafíos políticos mas complejos de la humanidad han requerido del apoyo multinacional, las últimas medidas apoyadas por la Unión Europea y Estados Unidos y las investigaciones abiertas, le mandan al régimen un mensaje claro: sus abusos no serán tolerados bajo la mirada del mundo entero.

Publicaciones Relacionadas

Programación On-Demand

Logo VPItv

Suscríbete al Servicio de Noticias

¡Mantente siempre informado!

Copyright © 2020 VPI TV – Developed by Rubik