La presidencia encargada alertó a la comunidad internacional sobre el secuestro del asesor del líder del Parlamento, Juan Guaidó, Demóstenes Quijada, y de su asistente, Maury Carrero, cuando se encontraban en la compañía de su esposa y su hijo de ocho años.
A través de un comunicado, aseguraron que funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se justificaron sobre una presunta operación, relacionado con el nuevo coronavirus, Covid-19. No obstante, esta sería parte de una persecución política del régimen de Nicolás Maduro llamada “La Operación TUN-TUN” como parte de la “furia bolivariana”.
“Nos enfrentamos ante unos sujetos cuyos crímenes juzgados por la justicia internacional se cometen desde una posición de poder, razón por la cual, frente a los graves hechos señalados solicitamos, muy respetuosamente, a los Gobiernos del mundo y a los Organismos multilaterales pueden permanecer atentos ante las amenazas sobre la vida, libertad e integridad física del Presidente (E) Guaidó, de su familia y de los miembros del equipo de su Despacho”, asegura el comunicado.
Asimismo, puntualizaron que la administración de Maduro busca aprovecharse de la situación de “Cuarentena y Confinamiento” por el Covid-19, continuando con la persecución hacia los diputados de la Asamblea Nacional.