Por la libertad de más de 100 presos políticos, se encadenaron a la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas el recientemente liberado diputado a la Asamblea Nacional, Rosmit Mantilla, junto a Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, joven asesinada por la Guardia Nacional en las protestas del 2014.
Con esta acción, ambos se suman a la protesta iniciada por la activista Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, quien junto a Antonieta Mendoza, madre de López, y Mitzy de Ledezma, esposa del encarcelado alcalde Antonio Ledezma, se encadenó frente a la Santa Sede en el Vaticano para abogar ante el papa Francisco por los encarcelados por motivos políticos en Venezuela.
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