De enero a septiembre de 2019 cerca de nueve niños mueren o son víctimas de mutilaciones por día en Afganistán, según información del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) por sus siglas en inglés).
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Un informe de este organismo detalló que al menos 600 niños murieron y otros 2800 resultaron heridos producto de ataques suicidas, así como de enfrentamientos entre los cuerpos de seguridad afganos y grupos disidentes.
El documento puntualizó que esta cifra representa un aumento de 11% en comparación con el mismo período de tiempo en 2018.
