Las expectativas económicas este 2021 son mucho más alentadoras que las del año pasado. Sin embargo, existe un alto nivel de incertidumbre en la región latinoamericana de cómo y cuando se reactivará el empleo, la actividad más perjudicada por la recesión económica que la pandemia del coronavirus ha dejado sin fecha de caducidad por su acelerada expansión.
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Los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indican que a pesar que el desempleo oficial llegó un poco más del 10% en la región, las personas más afectadas fueron los trabajadores informales; aquellos que viven de lo que producen día a día y no están contabilizados en las estadísticas.
OIT explica que aunque la economía vuelva a crecer en América Latina, indicadores como el empleo o la pobreza “tomarán mucho tiempo en recuperarse”, advirtiendo que la desempleo podría subir a 11,2%.
“Hemos retrocedido diez años en diez meses”, reveló a la BBC el director regional de la OIT, Vinicius Pinheiro.
Por su parte, Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), agregó que “los costos sociales que ha producido la pandemia” van a permanecer por mucho tiempo asegurando que existen “grandes riesgos” en 2021 que la región enfrentará para recuperar la economía.
Incertidumbre de la eficacia y disponibilidad de la vacuna contra el COVID-19
En base a sus proyecciones, la Cepal prevé que los efectos negativos de la pandemia se intensificarían a mitad de 2021 si existe un mayor nivel de movilidad que el registrado en 2020.
Sin embargo, supone que este año el proceso de vacunación avanzaría en la región y si ese es el escenario, el impacto económico de las vacunas podría producirse a partir de la segunda mitad de 2021.
Aunque, si no se cumplen las condiciones establecidas, “la proyección de crecimiento económico para la región podría disminuir”.
Medidas fiscales aceleradas
Los especialistas explican que la eliminación de estímulos fiscales y las medidas tomadas por los bancos centrales estarían impidiendo la recuperación económica, creando un impacto negativo en la región.
Un estímulo fiscal consiste en reducir pagos de ciertos impuestos.
Por eso, “la política fiscal debe ayudar a mitigar y compensar esos efectos”, asegura el representante de la Cepal, Titelman.
El organismo recomienda que se mantengan las ayudas fiscales y que la política monetaria “siga garantizando la disponibilidad de liquidez a nivel mundial.”
Decaída de los financiamientos mundiales
Para los países más pobres, el acceso al financiamiento es fundamental. Un empeoramiento del panorama financiero podría generar un “gran problema” para los países que han aumentado su nivel de deuda por la pandemia.
Otro factor es el desinterés de otras monedas por parte de los inversores, quienes en situaciones de crisis buscan refugio en monedas mucho más estables.
Declinación de los precios de los productos básicos
Las estimaciones apuntan a que habrá un aumento de los precios de los productos básicos en 2021.
Los economistas ven muy posible que los países en América del Sur, una zona exportadora neta de estos productos, sufrirán un duro golpe que afectaría su nivel de ingresos y sus perspectivas de crecimiento.
Tensiones sociales y geopolíticas
El desempleo, la pobreza y a desigualdad son factores que si aumentan, afectarían directamente las relaciones sociales en los países latinoamericanos así como la actividad económica de cada uno.
A esas tensiones internas se suman los conflictos geopolíticos, que incluyen los compromisos tecnológicas y comerciales entre países.
“La brutal caída de ingresos genera tensiones sociales y desafíos a la política fiscal”, argumenta Titelman.
Posibilidades de un avance “sostenible e inclusivo”
Desde una perspectiva más alentadora, lo vivido en el 2020 es sin duda una lección para superar los desafíos que la región tuvo que enfrentar.
Es por eso que el economista asegura que con esta crisis “hay una oportunidad de avanzar hacia un desarrollo más sostenible e inclusivo”.
Entre las principales medidas, expertos proponen que una visión futurista acertada debe incluir políticas ambientales e industriales para cambiar el modelo de desarrollo.