El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, y la senadora por el estado de California, Kamala Harris, se encontraron este miércoles en el primer y único debate vicepresidencial por las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Semanas antes, la comisión de debates había anunciado cambios en las políticas de estos encuentros luego que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su contrincante, Joe Biden, se interrumpieron varias veces y emitieron insultos en televisión nacional. Esta vez, Harris y Pence fueron separados por barreras de plexiglas con distancia de 3,6 metros para evitar contagios por covid-19.
Esta vez, el debate no contó con tantas interrupciones, pero la moderadora Susan Page tuvo que llamarle la atención al vicepresidente por sus extensas respuestas en tiempo. También, por este motivo, la representante de California le pidió respeto a Pence para ella responder sobre la pandemia del nuevo coronavirus. «Señor vicepresidente, estoy hablando», dijo.
Entre otros temas, tanto Pence como Harris evadieron la pregunta sobre la edad de sus candidatos y la “discapacidad presidencial”, ya que Trump tiene 74 años y Biden 78.
Otro de los momentos más fuertes del debate fue cuando se tocó el tema de la vacuna del covid-19. «Si el Dr. Fauci, si los médicos nos dicen que debemos recibirla, seré la primera en la fila en tomarla. Absolutamente. Pero si Donald Trump nos dice que la tomemos, no lo haré», indicó sobre las recomendaciones del mandatario durante la pandemia y su recuperación de la enfermedad. Pero también criticó la manera como Trump ha manejado la crisis sanitaria.
Por otro lado, Harris aseguró que Trump perdió la batalla comercial en contra de China, por lo que Pence aprovechó en sacar el historial de las transacciones y acuerdos comerciales de Biden durante la gestión de Barack Obama. “Estados Unidos perdió 300.000 puestos de trabajo de fabricación”, dijo Harris y el vicepresidente respondió: “«¿Perder la guerra comercial con China? Joe Biden nunca luchó contra eso (…) Joe Biden ha sido un animador de la China comunista durante las últimas décadas. Y senadora Harris, tiene derecho a su opinión, no a sus propios hechos».
