El virus COVID-19 ha sido el causante del aislamiento de millones de chinos en su país, para con el paso de los meses evitar su expansión. Sin embargo, el Gobierno de China ha establecido fuertes medidas en la población que al parecer, ya hoy comienzan a reflejar resultado positivo.
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Es importante destacar que China ya había sufrido un brote de coronavirus en 2003 que provocó la muerte de 349 personas en Hong Kong. El pánico se apoderó de la población y se pensaba que la enfermedad podría acabar con la vida de cientos de miles de personas.
Este año, la cuarentena de Wuhan, ciudad donde viven al menos 10 millones de personas, se declaró el 22 de enero del presente año, cuando el numero de afectados eran tan solo 500 personas. En Madrid, donde residen casi 7 millones de personas hoy en día el número de afectados es igual y aunque no parezca es una gran diferencia.
Desde enero las restricciones fueron instauradas en todo el país asiático y las maquinarias gubernamentales fueron puestas en marcha para calmar a la población. Los comités vecinales y las empresas se han encargado de enviar informes diarios al gobierno chino con datos precisos de los ciudadanos.
Usando una plataforma de “Big Data”, el gobierno implantó un sistema de códigos “semáforo” que indica por medio de los smatphone al escanear el QR, el grado de riesgo que significa cada color: Verde si no hay peligro, naranja para los que han visitado zonas sin riesgo durante 14 días previos y rojo para los que deben permanecer en cuarentena.
Este sistema se liga a los datos del Ministerio de Sanidad, del Transporte y de la policía, la información de cada comité vecinal es enviada diariamente al gobierno lo que le permite identificar a cada ciudadano, donde y con quien se encuentra o si viaja con algún infectado por tren, autoridades gubernamentales pueden detectarlo rápidamente.
El código QR es exigido a todos en su lugar de trabajo, urbanizaciones y lugares público, de modo que si un vecino o un compañero de su localidad está contagiado del virus el código aparecerá en color rojo y tendrá negado el acceso para ser aislado en cuarentena.
Por otro lado, aunque por ahora no tienen prohibido viajar, las personas no se desplazan a otras ciudades ya que las probabilidades de que deban cumplir cuarentena son altas.
En cualquier acceso, ya sea lugar público o cerrado, es tomada la temperatura. El nivel de control es tal que en los ascensores han colocado marcas para indicar el lugar específico que deben pisar para evitar acercamientos indeseados.
Asimismo las clases en colegios y universidades fueron suspendidas desde el 24 de enero y se estableció un sistema de clases on-line para que los alumnos puedan seguir estudiando desde sus casas.
Actualmente el país asiático ha podido aligerar la expansión de este virus, sin embargo se espera que el número de enfermos siga siendo combatido.
