Millones de tonelada de hielo y roca capaz de desatar un tsunami catastrófico puede llegar a producirse en La Antártida, según advertencias que diferentes geólogos han hecho recientemente, tras el cambio climático que azota ese continente, específicamente en Alaska, una de las regiones más amenazadas por esta variación.
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Efectos devastadores
“Posibles efectos devastadores”, es como califican lo que puede ocurrir en Barry Arm, una estrecha brecha de costa, ubicada al sur de Alaska.
“En tan solo 12 meses o un par de años”, un fuerte deslizamiento puede llegar a ocurrir en La Antártida, asegura a BBC Mundo, la geóloga, Anna Liljedahl.
La especialista explicó durante una entrevista que la preocupación tanto de ella como de otros compañeros de su profesión, cada día aumenta, al ver que existen condiciones para un deslizamiento mucho más grande que todos los vistos en el siglo XX.
La experta e integrante de la organización de investigación científica que estudia los impactos y las soluciones del cambio climático, Woods Hole Research Center (WHRC), explica que estos fenómenos se pueden volver con el tiempo más frecuentes, agregando que la energía de tal deslizamiento, puede superar al de un terremoto de magnitud 7.
Efectos y consecuencias
Barry Arm, se encuentra en una bahía, el el golfo de Alaska.
En esta zona, existe una frecuente presencia de pescadores y antes de la pandemia, recibía turistas en cruceros.
El director de la División de Estudios Geológicos y Geofísicos de Alaska, Steve Masterman, explica que un deslizamiento de esa magnitud, puede fácilmente eliminar esas actividades económicas por un tiempo indeterminado.
Alaska, no es la única región que se encuentra en peligro, asegura Mastermann.
Columbia Británica, una provincia en el noroeste de Canadá y Noruega también se encentra peligrando bajo estos fenómenos.
“A medida que el calentamiento global continúe derritiendo los glaciares y el permafrost, los tsunamis creados por deslizamientos de tierra están emergiendo como una amenaza mayor”, explica.
