Cada 1 de marzo se celebra el Día de la Cero Discriminación o contra esta, en pro del derecho que tienen todas las personas de vivir una vida plena, productiva y con dignidad. El respeto a la humana, autonomía, privacidad y confidencialidad de cada individuo es parte de este derecho.
Desde los organismos internacionales afirman que el Día de la Cero Discriminación representa una oportunidad para recordar que el mundo debe tomar parte en la gesta para conseguir una sociedad igualitaria y justa. El acoger y recibir con los brazos abiertos la diversidad en todas sus formas también es otra de las tareas de la humanidad para garantizar que ninguna persona sea víctima de discriminación.
La discriminación puede darse de distintas formas: de género o identidad de este, raza, edad, discapacidad, origen étnico, orientación sexual, religión, lengua, o condición médica. También puede darse en cualquier lugar: en un centro de atención sanitaria, en el trabajo, en el colegio, en el hogar o en la comunidad.
El dar paso a la discriminación debilita la cohesión social, priva a las sociedades de beneficiarse de una amplia fuente de talentos. En cualquier parte del mundo, toda persona puede compartir su propia interpretación sobre la cero discriminación y demostrar su apoyo.