Durante los 70 años de mandato de la reina Isabel, una serie de escándalos la envolvieron, bien sea relacionándola directamente o solo porque estuvo implicado algún miembro de la familia real. Hechos que no serán olvidados por los no afectos a la corona británica.
El engaño del actual rey Carlos III a la princesa Diana, con la ahora reina consorte Camila
En una entrevista para la cadena BBC en 1995, la princesa Diana rompió el silencio sobre su matrimonio con el príncipe Carlos y la relación que éste había iniciado con Camila Parker, declaración que creó gran polémica dentro de Buckingham.
Cuando le preguntaron si Camila había sido un factor clave para su divorcio, Diana respondió: “Éramos tres en este matrimonio, era una multitud”, tomando por sorpresa a la familia real y para ese momento ya no había mucho que pudieran decir o hacer.
La entrevista dio apertura a su proceso de divorcio, pues para ese entonces Diana y Carlos tenían tres años separados pero viviendo juntos aún, con la custodia compartida de sus dos hijos, William y Harry, tiempo en el que la princesa también tuvo un romance con James Hewitt.
Lady Di también habló de lo forzoso que era vivir con la familia real y los problemas mentales que la abordaron por el entorno que la rodeaba, no era un secreto que su relación con la reina Isabel II no era buena, por diferentes motivos, entre ellos lo directa que era la princesa con la prensa hasta llegar al punto de contar temas íntimos del palacio.
La acusación hacia el príncipe Andrés de violación y su vínculo con Jeffrey Epstein
Una de las vergüenzas más significativas para la monarquía fue por el príncipe Andrés, luego de ser acusado por una presunta violación a Virginia Giuffre cuando tenía 17 años, en las Islas Vírgenes de Jeffrey Epstein, acusado de tráfico de menores.
En las acusaciones, Giuffre dijo ser víctima de Epstein, quien la llevó a la isla y la obligaba a mantener relaciones sexuales con hombres poderosos económica y políticamente, incluido el príncipe Andrés, asegurando que él estaba al tanto que para ese momento ella era menor de edad en Estados Unidos.
Luego del escándalo, en el 2019 Andrés negó en una entrevista para BBC haber tenido relaciones con Giuffre, y aseguró que no estaba arrepentido de su relación amistosa con Epstein, pero días después desacreditó la entrevista, y tres años más tarde llegó a un acuerdo millonario con Giuffre.
Andrés se retiró de los deberes públicos, pero eso no sería todo, como mayor castigo fue despojado de sus títulos militares y sus obras de caridad, Isabel II también le quitó su estatus de “su alteza real”.
La llegada de Megan Markle a la familia real al casarse con el príncipe Harry
A principios del 2020, Harry y Megan decidieron alejarse de los deberes reales, un año después se concretó el acuerdo de no ser miembros activos y con funciones, a la vez que serían revocados los nombramientos militares y patrocinios reales, esto se hizo realidad tras la muerte de Isabel II.
La polémica real ocurrió en la entrevista con la presentadora y periodista, Oprah Winfrey, donde Markle se liberó y habló de su vida como miembro de la familia real, asegurando que fue aislada y solitaria al punto “que ya no quería estar viva”.
Mencionó que los “anticuados matices coloniales” agravaron la situación con las referencias racistas que aparecían sobre la pareja en la prensa británica y a lo que la familia real no mostró ningún apoyo público, “eso duele”, dijo Harry.
Megan también se refirió a que dentro de la misma familia hubo preocupación por qué tan oscura podría ser la piel de su hijo Archie cuando este naciera, haciendo que la raza de Markle tornara la situación más difícil que para otros miembros de la familia.
La adolescencia fiestera del príncipe Harry
Durante su juventud apareció en varios titulares por las constantes fiestas a las que asistía, pero el caso que creó más controversia e indignación fue cuando utilizó un uniforme nazi para una fiesta de disfraces, publicado en la portada del diario The Sun.
Las críticas hacia Harry se multiplicaron rápidamente, por parte de grupos judíos y legisladores de Reino Unido y otros países, asegurando que era “inexcusable que un miembro de la familia real hiciera eso”, por lo que días después el príncipe ofreció sus disculpas asegurando que había sido una mala decisión, “lo lamento mucho si causé alguna ofensa”.
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