Alicia Cordero lucha entre la pobreza y la crianza de sus nietos

Alicia Cordero es un habitante del estado Lara, Venezuela. Es graduada en educación, pero actualmente no ejerce su profesión. Tiene 75 años y está a cargo de cuatro nietas luego de que su hija perdiera la vida a causa del sida.

La vida de esta mujer no ha sido fácil, pues además de la muerte de su hija, también tuvo que despedir a su esposo y a otra de sus hijas a causa del cáncer.

A Cordero no solo le ha tocado lidiar con el sufrimiento de estas pérdidas familiares, también vivir en pobreza extrema junto a sus retoños, es una situación que la mantiene en constante preocupación. El no saber qué desayunar, almorzar o cenar la ha obligado a salir a ayudar a sus vecinos en lo que más sabe hacer: educar.

La forma de pago que la ciudadana recibe a cambio de la enseñanza que ofrece es una “bolsa de comida”. Comenta que está en un proyecto educativo con una iglesia del lugar donde vive, pero aún no la han llamado. Allí el pago será el mismo: alimentos.

Ella vive en lo alto de una colina del sector La Ventosa en el occidente del país. En el lugar predomina la informalidad en el acceso a cada una de las viviendas. Las condiciones de los hogares tampoco son óptimas. Sin embargo, allí se mantiene bajo el cuidado de sus nietas.

Humildad

La humildad de la señora Cordero es sinónimo de ejemplo, pues ella tiene presente el popular refrán “donde comen tres comen cuatro”. A su juicio, estas acciones hacen que Dios no la desampare.

A pesar de la avanzada edad de Cordero, su único deseo en mantenerse de pie por unos años más. Sueña con ver crecer a sus nietas y que ellas reciban un título universitario.

Conoce la historia de Alicia Cordero, una venezolana que forma parte de los verdaderos Rostros de la Crisis en el siguiente material.

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