Hace exactamente 26 años, dos delincuentes terminaron con la vida del grandeliga Gustavo Polidor. De tan sólo 34 años pero con una carrera deportiva sin desperdicios y una familia conformada, cegaron su vida para robar su casa.
El viernes 28 de abril del año 1995, Polidor se disponía a salir en su Toyota para pagar servicios de luz y teléfono. Mientas él estaba en el carro con su hijo en el estacionamiento de la quinta Mari Michelle en Santa Mónica, Eduviges Fuenmayor, su esposa, salió a la calle a botar la basura. Cuando regresaba encontró a dos hombres que estaban a ambos lados del auto. El grandeliga le entregó las llaves del carro y la camioneta a los asaltantes pero ellos querían entrar a la casa para robar.
Uno se llevó para dentro de la casa a la esposa con el hijo y el otro se quedó con el pelotero en el carro. Eduviges no logró escuchar lo que conversaban afuera de la casa, solo escuchó un disparo y lo siguiente que vio fue a su esposo arrodillado con sangre en su cabeza.
El delincuente que estaba con ella detonó otro disparo que le impactó a Polidor en el abdomen. Los malhechores salieron corriendo a la calle, y lograron escapar en una Wagoneer.
Eduviges, comenzó a pedir a gritos que la socorrieran. Su vecino, el abogado Ernesto García, acudió a su auxilio, ambos llevaron al pelotero hasta la clínica Jaime Córdova, donde fue remitido a la clínica Atías. Lamentablemente Gustavo Polidor murió en el trayecto.
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A partir de ese momento comenzó el vía crucis para Eduviges y una sorda pelea entre los distintos cuerpos policiales por resolver el crimen.
¿Se hizo justicia?
Marcos Tulio Quintero fue quien le disparó a Gustavo en la frente y Hernán López dio el segundo disparo en el estómago.
“Marco Tulio, tenía 11 días de haber salido de la cárcel por matar a un hombre”, dijo Ediviges Fuenmayor, viuda de Polidor, en entrevista para VPItv.
Tras un mes de la muerte de Polidor, los entes policiales detuvieron a Carlos Rubén Villanueva, un hombre que estaba vendiendo una camioneta Wagoneer, que sería en la que huyeron los asesinos de Polidor.
Villanueva dio a conocer el paradero de la camioneta y con ella la policía capturó a Marcos Tulio Quintero y a Antonio José Dávila.
Marcos Tulio Quintero, alías “Marquitos”, confesó que participó en el hecho de aquel viernes 28 de abril y con ello dio el nombre de Hernán Gregorio López “Hernancito”. El 13 de julio el Juez Décimo Quinto provisorio Roberto Porro Alety dictó orden de detención a los implicados en el asesinato.
El 18 de diciembre de 1995 hubo una fuga en el Retén de Catia y Hernán Gregorio López, junto con cinco delincuentes, fueron los presos que salieron del retén esa noche.
Eduviges: Una viuda que no descansó hasta lograr una sentencia para los asesinos de su esposo
“En octubre del año 2005, los condenan luego de 10 años de la muerte de Gustavo”, dijo Fuenmayor.
Hernán López Ortuño y Marco Tulio Quintero estuvieron presos en la Penitenciaria General de Venezuela (PGV) por 10 años sin ser sentenciados por el caso Polidor. Durante ese tiempo, Eduviges Fuenmayor se graduó de abogada, hizo un postgrado en Derecho Penal y estudió Criminalística. Nunca abandonó su lucha para que pagaran por el crimen.
“Yo tomé la decisión de estudiar derecho en 1995. Me gradué en el año 2000 adelantando materias, para hacerle seguimiento al expediente de Gustavo”, recalcó Fuenmayor.
Para el año 2007 Fuenmayor fue nombrada juez itinerante en Los Teques, estado Miranda, donde estuvo dos años luego, le dieron el cargo de juez provisoria en el Tribunal Tercero de Juicio Lopna en Caracas donde estuvo ocho años.
“Yo recibía amenazas de muerte por esos dos, más los imputados que yo ya tenía. Me peleé con Luisa Ortega, con Iris Valera”, contó Fuenmayor.
Estos dos hombres jugaron con la justicia, volvieron a estar en libertad. “Marquito” fue favorecido con una medida de régimen de confianza, dada por Iris Valera. Salía a trabajar y regresaba a la PGV pero transcurridos unos días de ese disfrute, no retornó al penal.
Fuenmayor se enteró al visitar el despacho de un juez y éste le comentó que le habían pedido una orden de captura para Quintero Flores pero que no tenía conocimiento de que éste disfrutaba de un régimen especial ni que se había evadido.
“Hernancito”, “pagó dos millones de bolívares para ese entonces, para salir de la cárcel y lo agarran en Terrazas Del Ávila, haciendo un secuestro”, contó la viuda de Polidor.
A Marcos Tulio lo agarraron de nuevo y fue cuando cumplió su condena de 25 años y bajo una medida especial estuvo solo por 21 años. La sentencia final para López era de 30 años, por la muerte del beisbolista y el secuestro de las hermanas María y Magdalena Monagas.
“Para él (Hernán López), era un orgullo haber matado a Gustavo Polidor. Yo me oriné suplicándole con mi hijo de 1 año en los brazos”, relató Eduviges.
Cuando Marcos Tulio queda en libertad, luego de 21 años, la viuda de Polidor fue a verlo: “tu no sabes todo lo que yo le dije y todo lo que me desahogué”, dijo.
Actualmente, no se tiene información de “Marquitos”: “ese tiene que estar en lo mismo, Marco Tulio ha estado preso más de 50 veces”, expresó Fuenmayor.
¿Quién era Hernán López Ortuño?
El lunes 16 de abril de 1996 –mismo mes, un año después de asesinar a Polidor, este hombre vuelve al crimen, estando en fuga. Secuestra a las hermanas María y Magdalena Monagas.
Uno de los acontecimientos más recordados en Venezuela. Participó la prensa, un sacerdote y hasta la madre de López para negociar su entrega.
En ese secuestro se entregó y desde ese momento estuvo detenido pero siempre involucrado con el oficialismo.
Tuvo fotos y encuentros con Iris Valera. En el 2015 declaró para un medio digital que tenía títulos de Ciencias Políticas y Gestión Ambiental.
Fundó una organización que denominó “Semillero Socialista”, que manejaba hasta una cuenta en la red social Facebook. Los reos no deberían tener cuentas de Facebook ni acceso directo a Internet, pero en Venezuela ellos tienen más privilegios que quienes están en libertad.
“Como víctima yo creo que nunca debieron salir. En Venezuela te meten preso y estás mejor porque hasta el gobierno los amparaban. Así se demostró en fotos, ellos eran los pranes que mandaban en la PGV”, dijo la viuda de Polidor.
Hernán Gregorio López Ortuño murió el 26 de julio del 2018, durante un supuesto enfrentamiento. Funcionarios del CICPC encontraron su cuerpo en Artigas, Municipio Libertador.
Un grandeliga para el cielo
El infielder Gustavo Polidor fue el venezolano 36 en debutar en las Grandes Ligas con la novena de Los Ángeles de California el 7 de septiembre de 1985.
Jugó cuatro años, de los siete que estuvo en Las Mayores, con la escuadra de California. En 1989 llegó a los Cerveceros de Milwaukee y en 1993 terminó su carrera con los Marlins de Florida.
Durante su estadía en la MLB dejó bateó .207, con dos vuelacercas, 35 carreras impulsadas, 33 anotadas.
Fue un jugador insigne de los Tiburones de La Guaira, formó parte de la llamada Guerrilla de los 80. Disputó su primer encuentro con los salados en la temporada de 1980-81. Dejó promedio de .267, con 17 impulsadas y anotó la misma cantidad de ocasiones.
Durante 14 temporadas con los Tiburones dejó promedio de .260, con 177 CI, 204 CA, 533 indiscutibles y 27 bases robadas.
“El tenía un talento increíble. Los estadios se llenaban para verlo a él nada más. Gustavo era una persona que todo el mundo quería. Nos criamos en Propatria y cada vez que llegaba de viaje llegaba con cajas de camisas, gorras para repartir a los niños de Propatria”, contó su viuda.
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Siempre recordado, jamás olvidado
Para todo venezolano aficionado del béisbol, Gustavo Polidor es una referencia obligada y para todo aquel que conoce su historia es impactante ver como la delincuencia terminó con la vida de un gran ser humano.
Han pasado 26 años, pero para su familia “es como si pasó hace un año”, dijo Eduviges Fuenmayor.
“Yo me levanté hoy temprano sintiéndome rara. Recuerdo ese mal momento, es imposible olvidarlo. Ya un día antes no duermo, me entra una angustia en el cuerpo”, relató.
Tres hijos quedaron sin su padre, con una madre que luchó hasta el final para hacer justicia: María, Michell y Gustavo Polidor. Los tres hoy en día profesionales fuera de Venezuela.
Las dos hembras partieron primero, quedando acá por unos años Eduviges con su hijo Gustavo. A los 16 años decidió enviarlo fuera de Venezuela: “Yo lo mandé con una familia amiga para que estudiara, pero el no quiso volver”, dijo Fuenmayor.
Por su parte, la viuda de Polidor duró muchos años yendo a donde sus hijos, pero volvía a Venezuela. Principalmente, cuando aún no lograba la sentencia para los asesinos de su esposo.
Unos años después renuncia definitivamente al Tribunal Supremo de Justicia, un 2 de mayo: “trabajar con delincuentes es difícil, los últimos casos que me tocaron fue muy fuertes. Yo estuve en el caso del adolescente que mató a su mamá en Fuerte Tiuna”, contó.
Para el 2017 decide no volver a Venezuela, luego de que su madre falleciera.
“Espero poder volver, cuando todo esté mejor. Extraño a mis hermanos, mis familiares”, dijo.
26 años después luego de una lucha de años, Eduviges Fuenmayor de Polidor logró la paz que tanto necesitaba ” Ya tengo como paz, tranquilidad. Nunca se me va olvidar Gustavo Polidor. Éramos novios desde que yo tenía 12 y el 14 años”. Pero sigo pensando que su muerte “fue tan absurda, tan pronta, tan inesperada”.
