Atleta venezolana casi murió congelada por falta de equipos pero continua soñando

Paola Pérez es una tachirense que practica natación en aguas abiertas de manera profesional, pese a que se ha destacado en competencias internacionales, no cuenta con los recursos para llegar a las olimpiadas de Tokio.

En una nueva edición de Rostros de la crisis, la deportista contó como el poco patrocinio del Ministerio del Deporte han afectado su evolución y crecimiento profesional.

En el 2019 participó en los Juegos Panamericanos de Lima y casi muere de hipotermia por no haber contado con el traje especial de neopreno que sus compañeras de otros países si tenían.

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“Yo le pasé el presupuesto al ministerio y nunca llegó. Apenas clasifiqué a los panamericanos que fue un año antes, hice la solicitud del traje y fue en lo que más hice énfasis porque sabía que se iba a usar. Nadé con mi traje normal que es delgado”, aseguró Pérez.

Según sus conocimientos, necesitaba usar un traje de baño realizado con neopreno que no solo ofrece una mayor cobertura para el frío, también ayuda a flotar de una mejor manera.

Paola cuenta que decidió participar en esa competencia porque ya había logrado llegar hasta ese punto de su carrera y no podía negarse a esta oportunidad.

“Terminé muy mal pero dije de aquí que me saquen desmayada, no me interesaba porque sé que hay muchos atletas que se preparan para clasificar y no lo logran. Yo estaba allá y me parecía como una falta de respeto no lanzarme al agua por el traje de baño”, contó.

Actualmente, la nadadora trabaja duro para poder cumplir su sueño de competir en Tokio 2021 pero para ello necesita $10.000, que cada vez está más lejos conseguir.

Además de ello, la dieta que debería seguir es sumamente costosa por ser alta en proteínas y suplementos específicos.

“La clasificación a los Juegos Olímpicos requiere una preparación élite muy profesional y lo ideal sería estar en un centro de alto entrenamiento, comiendo, entrenando, en el gimnasio, concentrada. Ya hay muchos atletas que están en esa preparación y la única atleta a nivel mundial que está fuera de todo eso, soy yo” agregó Pérez.

$500 de ese presupuesto corresponden a los gastos de sus implementos como: los lentes, el gorro el traje de baño; aparte de ello necesita pagar su boleto de avión y estadía en Asia.

“Toda mi vida he vivido para esto. Le he entregado mi alma, vida y corazón a este deporte”, señala Paola, quien además de entrenar, también trabaja para poder subsistir.

La nadadora comentó que hay momentos en los que la depresión, la ansiedad y el pánico la hacen pensar en su retiro pero su entrenador la detiene y la sigue llenando de esperanza.

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