El papa emérito Benedicto XVI admitió haber formado parte de una reunión en 1980 en la que se habló sobre un cura acusado de abuso a menor, alegando que su anterior negación de haber estado allí fue “un error en la edición de su declaración”.
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La noticia se dio a conocer mediante un comunicado difundido a la Agencia Católica de Noticias a través de su secretario privado, el arzobispo Georg Gänswein, quien sostuvo que el error “no se había cometido con malas intenciones”, sino que era “el resultado de un error en el procesamiento editorial de su declaración” a la investigación independiente.
Recientemente fue presentada una investigación independiente de 1.900 páginas sobre los abusos cometidos por el clero católico en la archidiócesis de Múnich, en el que se detallan todos los actos cometidos en el país teutón, donde Benedicto fue arzobispo entre 1977 y 1982.
Gänswein resaltó que Benedicto XVI, cuyo nombre real es Joseph Ratzinger, emitirá una declaración próximamente en el que detalla su opinión sobre el informe.