El dólar continúa registrando máximos históricos en Colombia durante los últimos días. La tendencia alcista presentó el pico más reciente a 4.663 pesos, y cerró esta vez con una baja inferior a 4.480 pesos, este miércoles.
Ante esto, el economista Sebastián Arango, en conversaciones para el programa Buenos Días de VPItv, conducido por Maryorie González, ofreció un balance sobre el comportamiento alcista de la moneda estadounidense en el país neogranadino.
¿Por qué sucede este fenómeno?
El incremento de la inflación en Estados Unidos es un fenómeno “que está generando que el dólar respecto al peso colombiano suba, como sucede con el comportamiento de otras monedas, por lo que probablemente la tendencia alcista continúe”, aseguró Arango.
Causa interna: Nuevo modelo de Gobierno
El modelo izquierdista del presidente electo Gustavo Petro representa “un prisma de riesgo para la economía, la cual dependerá de qué tan heterodoxos sean en el manejo de la economía”, alertó. Para el especialista, el escenario de inflación mundial también es otra de las razones de esta situación bursátil, donde los bancos centrales en búsqueda de soluciones comienzan a subir las tasas de interés.
Inestabilidad económica mundial
Por esta razón, destacó que en medio de la crisis económica mundial y de la incertidumbre “los inversionistas se refugian en los activos de menos riesgo, que son los estadounidenses”. Además de la alerta de recesión en EE. UU. que impulsa al Sistema de la Reserva Federal (FED) al aumento de 100 puntos en las tasas.
Desde junio, el peso colombiano se encuentra entre las 20 monedas más devaluadas a escala mundial. “Como país emergente dependemos de los países desarrollados”, dijo.
Como consecuencia, Arango destacó que habrá un incremento en los productos alimenticios, el cual solo se podrá frenar si existe control en la inflación exterior.
Recomendaciones:
- Invertir en dólares.
- Menor consumo.
- Evitar los créditos y deudas.
- Precaución en la compra de inmuebles y propiedades.
Actualmente, la moneda colombiana acumula una depreciación del 14,20 %, por encima de países como Turquía (-14,03 %) y Argentina (-13,25 %).
