El trámite entre Arabia Saudita y Egipto culminó con una sorprendente victoria para los asiáticos, a pesar de que empezaron perdiendo gracias al gol de Mohamed Salah a los 22 minutos.
Antes del descanso el arquero de 45 años, Essam El Hadary, hombre récord por convertirse hoy en el jugador más longevo que disputa un Mundial, le tapó un penalti a Fahad Al-Muwallad, pero cinco minutos más tarde el conjunto saudí tendría otra pena máxima, y esta vez Salman Al-Faraj sí concretó desde los 11 metros.
El empate a uno perduró hasta el 95, cuando Salem Al-Dawsari anotó el tanto que le permitió a los suyos retirarse con tres puntos, mientras que Egipto dijo adiós sin estrenar su casillero.
