Panamá debutó en una Copa del Mundo con una clara derrota ante Bélgica, una de las selecciones aspirantes a llegar lejos en Rusia 2018, ante la que aguantó la primera mitad, pero luego se desvaneció con el doblete del corpulento artillero Romelu Lukaku.
Y es que tras el descanso la superioridad del conjunto que dirige el español Roberto Martínez se tradujo en tres goles. El primero, de bella factura, obra de Dries Mertens apenas inició el complemento.
Luego Lukaku puso cifras definitivas, primero con un cabezazo a quemarropa, y posteriormente picándosela al arquero panameño Jaime Penedo.